13 julio 2010

Viaje a Hong Kong (III): Trabajando hasta tarde

Hong Kong es una ciudad "extraña" si se mide en términos europeos, ocupa muy poca extensión, pero tiene muchísima población, por que las construcciones se hacen en altura. Por todas partes hay gigantescas torres de viviendas (y por lo que me ha comentado un compañero es bastante caro comprar un piso). Esto hace que sea una ciudad muy "populosa", que a las horas puntas el metro esté literalmente a reventar, lo que hace que sea imprescindible conocerse por donde moverse para no verse arrastrado por una marea humana.

La gente por la calle viste más o menos normal, como cualquier ciudad europea, salvo por que se ve bastante gente con mascarillas tapándoles nariz y boca (como si acabaran de salir de quirófano), algunos incluso con guantes, y además hay ciertas modas que chirrían, como en cualquier otra gran ciudad.

En la calle se puede observar una mezcla curiosa entre tecnología y retro (ya sé de donde sacan la inspiración artistas como Moebius para sus comics). Por ejemplo, los andamios están hechos de bambú atados y es fácil ver torres de 40 pisos o más que tienen andamios de bambú a partir del décimo piso (supongo que hasta que terminen las obras). Algunos edificios residenciales dan la sensación de estar construidos con retales, ya que parece que cada vecino arregla (o no) su trozo de fachada, pasando de todo (y sobre todo pasando de sus vecinos)...

Y aunque parezca un tópico (que no lo es), en los restaurantes no ponen cubiertos, se come con palillos (que hay que practicar mucho para usarlos bien, para que no se te caigan las cosas, o no tardar varias horas en comer.... al menos con esta dieta cogeré buen tipito :)) y hay una variedad muy interesante de tipos de restaurantes diferentes (casi todos asiáticos, claro). Acompañan las comidas con té, pero tienen varios tipos de cerveza (de tipo lager), que siempre son enormes (creo que más de medio litro) .

Aplicando el cambio, la vida aquí es más barata que en España (aunque habría que conocer los salarios para hacerse una idea más clara).

Los chinos (Hongkoneses en este caso) se ganan la fama que tienen de trabajadores, echan muchísimas horas al día en el trabajo, y por lo que tengo entendido apenas tienen vacaciones (dos semanas (al año) cuando llevan ya un tiempo en la empresa)

Lo malo de esto es que cuando hay que venir a una empresa china a trabajar, acabas haciendo el horario del cliente, y trabajando (casi) como un chino más.

Hoy (para ser mi segundo día aquí) he cenado en el puesto de trabajo, y hemos salido de trabajar a las 12 de la noche... Reconozco que me cuesta comunicarme (y entenderles a ellos), pero o yo acabo mejorando el ingles, o les enseño español a todos...

Por eso perdonarme que no suba fotos, pero es que me estoy cayendo de sueño.

Mañana más historias.

4 comentarios:

Jesús Rodríguez Ferreras dijo...

Ánimo, segundo día y aún sigues vivo. Nosotros mientras tanto a nuestra pochita diaria. Un abrazo.

RK2 dijo...

Bueno, espero que al menos la experiencia sea interesante. Ánimo y al toro.

Inzert dijo...

Por las fotos no te preocupes, cuando vengas por aquí tomamos un café y nos las enseñas.

el Meyer dijo...

Si, ya llevo tres días aquí y esto va para adelante... no sé si yo aprendo más ingles, o les enseño más palabras en español a ellos, pero poco a poco...

Al menos la comida es muy buena (además de barata) y estoy muy gratamente sorprendido. En cuanto tenga algo de tiempo tengo que ir a alguna parte para concer mejor esto.