21 abril 2006

Medieval Macabre

Desde pequeño me ha gustado las ilustraciones de los códices y libros medievales. Eso unido a la curiosidad innata por lo macabro y oculto hacen que la página de Medieval Macabre sea algo interesante, al menos para mi, claro.

The monster name decoder




18 abril 2006

Obediencia a la autoridad

Adolf Eichmann fué juzgado en los años sesenta por crimenes a la humanidad por su labor en la persecución y exterminio de judios. Eichmann se defendió, sólo obedecía ordenes, para él los culpables eran las autoridades nazis que "abusaron" de su obediencia.

Esto acabó llevando al psicólogo Stanley Milgram a realizar un experimento para comprobar hasta que límites podía llegar una persona en la obediencia a la autoridad. Milgran resumiría su experimento diciendo...


"Monté un simple experimento en la Universidad de Yale para probar cuánto dolor infligiría un ciudadano corriente a otra persona simplemente porque se lo pedían para un experimento científico. La férrea autoridad se impuso a los fuertes imperativos morales de los sujetos (participantes) de lastimar a otros y, con los gritos de las víctimas sonando en los oídos de los sujetos (participantes), la autoridad subyugaba con mayor frecuencia. La extrema buena voluntad de los adultos de aceptar casi cualquier requerimiento ordenado por la autoridad constituye el principal descubrimiento del estudio".
Stanley Milgram. The Perils of Obedience (Los peligros de la obediencia. 1974)


Comprobó que una persona normal, puede llegar a realizar actos inmorales en obediencia a una autoridad reconocida. Actos que sin esa autoridad no los realizaría. Vuelca sobre la autoridad la responsabilidad de los actos cometidos y su posible sentimiento de culpa, en algunos casos, se ve atenuado pensando que la "victima" sin duda se merecía el castigo al que era sometida.

Un experimento con unos resultados muy inquietantes, sin duda. Muy aconsejable leer este articulo de Ana Muñoz, en la web de psicología y medicina de Cepvi.com.

17 abril 2006

Eclipse (II)

Llevo unos dias intentando hacer una interfaz grafica (GUI) para un pequeño programa que me estoy haciendo en Java... Y aunque consigo hacer avanzar a base de prueba y error, tengo que reconocer que el Visual Editor del Eclipse no es nada intuitivo (además de que "come" muchos recursos).

En su tiempo hice un proyecto en Visual Basic, un entorno muy sencillo e intuitivo para realizar interfaces gráficas.... aunque toda su potencia se quedara en eso, en la parte de presentación.

El Visual Editor permite bastantes cosas de forma gráfica y sencilla, pero le falta esa parte intuitiva...

Por ahora el único artículo que he encontrado que hable de como hacer GUIs con el Eclipse es uno de David Gallardo.

Ya comentaré algo si consigo avanzar....

12 abril 2006

Eclipse

Desde hace un tiempo utilizo el eclipse para programar, tanto en java como en C/C++. Y tenia ganas de comentar algo sobre este entorno.



Presenta muchas ventajas frente a otros entornos de desarrollo que he utilizado para Java (entre los que se cuentan el Visual Java, Visual Age, Java Builder, etc...), y pocas frente a los que he usado para C/C++ (Visual C++, Borland C, etc...).

Entre las ventajas hay que señalar su sencillez de instalación, es más intuitivo que sus competidores, es gratuito y tiene unas increibles posibilidades de ampliación mediante plugins que hacen de eclipse una herramienta verdaderamente versatil (sin ir muy lejos, yo la uso para Java, C, C++, XML y DTD).

Como desventajas el que está realizada en java (come muchos recursos), la configuración de algunos pluggins no es nada sencilla y para algunos (como el CDT para C/C++) necesitan de otras aplicaciones externas para funcionar.

Es muy recomendable, para cualquier programador. Además puedes hacer plugins a tu medida, y grandes compañías la están utilizando en sus productos, como IBM en su WebSphere.

Sigo viendole la pega de que algunos aspectos, como la instalación y configuración de plugins, tendrían que pulirlos, pero es una magnífica herramienta.

07 abril 2006

En el metro

Ella era una chica joven, delgada y rubia, con una lacia melena hasta la mitad de la espalda, pantalones demasiado anchos y camiseta de tirantes demasiado ajustada.
El era un chico de color, grande, enorme sonrisa, pantalones de corte militar y camiseta oscura con la portada del último disco de algún grupo de rap.

Coqueteaban descaradamente. Yo de vez en cuando levantaba la vista del libro que estaba leyendo y miraba su juego de seducción... Supongo que en su situación también habría pasado de la gente que abarrotaba a esa hora el metro y me hubiera dedicado solo al coqueteo.

Fueron pasando las estaciones, con el traqueteo del metro de fondo. Y la pareja continuaba su juego, entre risas y guiños de complicidad.

En determinado momento el chico le dijo que esa era su parada, que tendría que bajarse allí. Y, claro, también le pidió su número de teléfono, para llamarla y quedar otro día.

La chica sonrio de forma muy pícara, saco un pequeño sobre de plastico oscuro y sobre el escribió su número de teléfono. Luego se lo dió al chico.

El chico sonrió cuando vió sobre qué le habia escrito el número de teléfono, sabiendo lo que significaba. Yo tambien sonreí. No me lo esperaba.

Le había escrito el número de teléfono en el sobrecito de un condón sin usar...