15 diciembre 2010

Viaje a China (XVIII): La gente

Guangzhou es una ciudad enorme, y llena de gente muy variada (todos chinos, claro). Incluso para los no observadores se pueden diferenciar dos tipos muy diferentes, los habitantes de Gangdong y las tierras del sur, y los que vienen del norte. Los del sur son más morenos de piel, más pequeños, con rasgos más redondeados, mientras que los del norte son más claros, altos y con caras angulosas. Incluso entre ellos tienen problemas para entenderse (ya que aunque hay un "lenguaje" chino oficial para todo el país, cada región tiene sus diferencias). Y la dificultad propia de sus lenguaje (en especial del escrito) hace que para los occidentales sea toda una odisea cosas sencillas como pedir la comida en un restaurante.

En general, los chinos, tienden a ser amables. Salvo cuando conducen. Aquí los pasos de cebra son meros adornos en la calle, ya que nadie los respeta (incluso hay que tener cuidado con los ciclistas), y los semáforos son orientativos, tanto es así que en las calles más transitadas hay una especie de "guardias de trafico" controlando cada lado del paso de cebra, para parar a los peatones, principalmente.

Tienen ciertas constumbres que a nuestros ojos occidentales chocan mucho, como escupir. Es muy frecuente ver como lanzan escupitajos enormes al suelo. Ya nos ha pasado de quedarnos mirando a una chica mona (aquí van muy minifalderas y a la moda), y todo el encanto se va al garete cuando lanza un escupitajo que dejaría en ridículo al más duro vaquero. Otras cosas que llaman la atención es que sorben muy ruidosamente la sopa y otras comidas, evitan tocar cualquier comida con las manos, llegando al extremo de comer la pizza o el pollo con guantes de plástico.

No se ve tanta gente con mascarillas como me pasó en Hong Kong, y la forma de vestir es muy occidental (salvo las camareras de algunos restaurantes). No suelen beber alcohol y son muy cumplidores con sus invitados.

La vida social parece que la hacen comiendo, ya que abundan muchísimo los restaurantes (prácticamente no hay bares), aunque no hacen sobremesa, en cuanto acaban de comer, se van, ni cafe, ni licores, ni na de na.

China es un pais de muchos contrastes, y es facil pasar de una zona acomodada y arreglada, a otras sucias y abandonadas, donde la gente malvive. Y eso que estan haciendo un esfuerzo por darle un lavado de cara a esta ciudad.

1 comentario:

Inzert dijo...

Eso de "ni café" me ha llegado al alma....