En esta versión, el último hombre vivo ya no es de raza caucásica, si no afroamericano. Vuelve a ser un científico militar obsesionado con la cura del virus (como en la versión de 1971). Pero los "enemigos" son vampiros (como en el comic), que aunque tienen comportamiento de grupo y cierta inteligencia (y aprenden rápido), se empeñan en romper cristales a cabezazos (tan inteligentes no deben ser) y no son nada comunicativos (no hablan, solo gruñen), con lo que se ha perdido la confrontación entre los dos bandos que aparecía en "omega man", y las llamadas que le hacen desde la oscuridad en el comic.
La película tiene impactantes imágenes de un New York abandonado, con vegetación creciendo por las calles y ciervos saltando entre los coches. Los "enemigos" son algo "sosos", recuerdan demasiado a zombies de mucha sotras películas, y carecen de toda personalidad (ni siequiera como animales cazadores). Esta bien llevada la historia, con flash-back para ponernos en situación, pero hay cosas que no cuadran, como que el prota consiguiera mantenerse oculto de los vampiros durante tres años, pese a que los cazaba para experimentar, o la entrega que hace, como un sacrificio para salvar la humanidad.
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