El alcalde se mesaba las barbas de forma furiosa, intercalando miradas con los concejales sentados alrededor de la mesa. Cuando su vista se paró en el de cultura (que miraba distraido la elaborada lampara sobre la mesa) lanzó un bufido y volvió a tirarse de la barba.
- Vamos a ver, la situación es clara, hace falta más dinero, las cuentas del ayuntamiento están casi vacías, y tampoco podemos abusar demasiado de los movimientos -hizo un gesto con los dedos como si pusiera comillas- urbanísticos, que demasiado revuelo hemos levantado ya con los últimos.
- Podríamos - timidamente el de asuntos sociales alzó la voz - intentar una subida de los impuestos municipales.
- Tu no sabes lo que dices - bufó el alcalde - estamos a un año de las municipales... ¿tu quieres dejar esa concejalía tuya tan bonita?.
- Y si aumentamos la zona azul -le seguía temblando la voz al de asuntos sociales.
- Buff... más de lo mismo, y ya queda poco término municipal que no sea zona azul...
- Um -el de urbanismo, con cara de zorro, sonreía- ¿y si hacemos parkings de pago y les obligamos a aparcar en ellos?, bastaría con quitar plazas de aparcamiento de las calles, para que no tengan donde dejar el coche...
- Me gusta -al alcalde se le iluminó la cara- es la solución a nuestros problemas, podríamos hacer unas obras que nos sigan dando buena imagen (hay que posicionarse bien de cara a las próximas municipales) y aprovechamos para ampliar las plazas de aparcamiento municipales (y subir los precios, claro).
- Pero no podemos hacer obras indiscriminadamente sin que se nos eche encima la oposición... ¿como lo hacemos?
- Creo que sé como hacerlo -el de urbanismo seguía sonriendo-, podemos ampliar el número de calles peatonales y en las que no lo sean se pueden hacer unas enormes aceras, con árboles, jardineras y bancos si hacen falta.
- Magnífica idea -el alcalde y todos los concejales, menos el de cultura, sonrieron- todo esto se puede vender como una mejora urbanística, con nuevos espacios para pasear, un lavado de cara de la ciudad...
- Pero... -al de cultura le temblaba un poco el habla- ¿no provocaremos con esto que aumenten los aparcamientos en doble fila y los atascos?
El alcalde le lanzó una mirada fulminante, que pareció hundirle en el sillón.
- Tu pareces tonto, pues eso es mucho mejor, tendremos un buen motivo para aumentar el número de multas, incluso podríamos investigar cómo incrementar el total multas sin necesidad de contratar más policías, y quien sabe, a largo plazo hasta podríamos pensar en un impuesto por circular por el centro de la ciudad.
Se quedó mirando un instante a todos los concejales, y continuó.
- Esta es la solución a nuestros problemas (que no a los problemas de los ciudadanos, pero eso da igual), aunque hay que venderla de forma correcta y convincente -guiñó un ojo al de urbanismo- de manera que nos permitirá volver a subir nuestro sueldo, por nuestra buena gestión, je, je... -el alcalde se levantó con parsimonia, y dirigiéndose al de urbanismo - dejo todo esto en tus manos. Vayamos a mi despacho, que tengo una botellita para celebrarlo....
... (Cualquier parecido con la realidad quizás sea mera coincidencia) ...
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