1. Eliminar el privilegio que no se como se llama pero se puede describir cómo "no se puede despedir a un funcionario", y aplicar exactamente las mismas medidas que en una empresa privada. En caso de no cumplir con tu trabajo, faltas repetidas, ausencias injustificadas, productividad nula, etc... Despido inmediato. Exactamente igual que en cualquier otra empresa.
2. Evidentemente para poder aplicar el punto anterior es necesario que la junta directiva no esté formada por funcionarios, si no por una empresa privada sin ningún político ni ex-político en su dirección, que pueda aplicar este tipo de medidas. Aunque esto puede ser un problema bastante delicado, del tipo "quien controla a los controladores?".
3. Evitar el solapamiento de funciones y la acumulación de cargos. Vamos, que no tiene mucho sentido que haya gente que tenga cuatro cargos (y sus cuatro sueldos) ¿realmente puede realizar bien alguna de las funciones de todos esos cargos?. Señores políticos, les estoy mirando a ustedes.
4. Si se está recibiendo dinero por haber sido un cargo político o administrativo no se puede estar trabajando en ningún otro lado, ni ser parte de ninguna junta directiva. Señores políticos, decídanse, que quieren ¿trabajar o cobrar por haber tenido un cargo?, o lo uno o lo otro.
5. La subida de los sueldos (de todos, incluidos los altos cargos) estará limitada por la subida del IPC (más un pequeño porcentaje de margen), exactamente igual que los trabajadores de las empresas privadas.
Vaya tostón me ha quedado, y más sabiendo que ningún partido político se atreverá a poner estos puntos en su programa...