Lo teníamos todo preparado desde hacía tiempo, teníamos los billetes de avión comprados, habíamos alquilado un coche y teníamos reservadas habitaciones en Edimburgo para las dos primeras noches y también para la últimas. Y teníamos mapas preparados con los sitios que queríamos ver.
Fue de muchísima ayuda la web de Visit Scotland, que incluso nos enviaron folletos y nos proporcionaron muchísima información. El turismo allí está muy cuidado, todo lo que es visitable (incluso las ruinas más ruinosas) está muy bien conservado, limpio, y organizado, y aunque cobran por ver todo, no importa, ya que lo conservan y lo mantienen.
Para ver castillos y monumentos lo mejor es hacerse con un pase de los varios que disponen, ya que sale mucho más barato, nosotros nos hicimos con los explorer-pass, que aunque no todo lo que queríamos ver estaba incluido, sí la mayoría.
En Edimburgo aprendimos varias cosas, que los autobuseros no devuelven cambio, y hay que darles el importe justo para comprar el billete o el bono para el día. Que todo cierra muy pronto (todo lo turístico suele quedar cerrado a las 6, y comercios, restaurante y la mayoría de los bares cierran entre las 6 y las 7). También que en verano el anochecer se alarga muchísimo y a las 12 de la noche el cielo aún estaba iluminado con la luz del crepúsculo.
Conducir por la izquierda fue menos traumático de lo que nos esperábamos, y en general no hubo ningún problema.
Vimos los castillos, catedrales y monumentos típicos, los que ve todo el mundo, aunque como íbamos decidiendo la ruta en el momento, vimos otras cosas que no todo el mundo ve, y claro, también nos perdimos algunas de las que están incluidas en todos los paquetes turísticos.
Para dormir al principio buscábamos nosotros los Bed & Breakfast caundo llegábamos a donde queríamos dormir, pero aprendimos rápido que en las propias oficinas de información te los buscan (cobrándote 4 libras), con lo que nos ahorramos problemas. Acabamos alojándonos en todo tipo de B&B, desde algunos muy modernos, a otros muy viejos, una granja, casitas de piedra, y alguna otra muy curiosa a la que me gustaría dedicar un post en solitario.
El tiempo no siempre acompañaba, si bien los primeros días hizo muy bueno y se estaba a gusto en manga corta, en general hacía algo de frío y todos los días caía algo de llovizna, que no solía molestar y terminaba tan rápido como empezaba.
Han sido unas vacaciones maravillosas, y se las recomiendo a todo el mundo, es un país muy diferente, con unas costumbres extrañas para nosotros, pero la gente es agradable y hay tantas cosas que ver, castillos, monumentos, ese paisaje tan verde, los lagos entre montañas, laderas escarpadas.... Nosotros incluso pudimos ver los típicos juegos escoceses...
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