Ayer creo que batí records. Más de tres horas esperando en la consulta del médico de cabecera. Menos mal que no sufro ninguna enfermedad grave ni nada parecido. Sólamente iva al médico por una revisión quincenal.
Me dió tiempo a leer el periódico y avanzar varios capítulos en el libro que estoy leyendo (además de fumar varios cigarrillos en la calle y alguna visita al baño).
Y pensar que pedí la cita a las 6.30 por que así llegaba justo despues del trabajo y me daría tiempo a hacer más cosas por la tarde.... Que ingenuo fuí al pensar que como mucho esperaría una hora u hora y pico...
Siempre que tengo que pasar (igual que cualquier otro ciudadano de a pie) por la consulta del algún médico o especialista de la SS (Seguridad Social) toca esperar, pero lo de ayer fué pasarse... Y sé que no soy un caso aislado, que no es la primera vez, ni será la última, seguramente hoy a alguien le toque tambien estar más de tres horas esperando en la consulta...
Con el mal humor que se me pone en estas ocasiones casi lo descargo con la médica, que tambien es víctima de la masificación y mala planificación de la SS. La médica tenía que haber salido a las 7 para empezar a hacer visitas domiciliarias, y las empezaría más allá de las 10...
A nosotros nos toca esperar (haciendo acopio de la paciencia que se tenga) pero los médicos tienen que despachar a cada paciente en más o menos minuto y medio para que les de tiempo a atender a todos en el tiempo que les dan...
Y conociendo esto llegará la impresentable de la presidenta de la comunidad de Madrid a decir, con la boca llena de vanidad y falso orgullo, que la sanidad está mejorando y es muy buena, muy chachi y muy piruli. Según ella la culpa de la saturación es de los inmigrantes, que se podrían ir a sus provincias y/o paises de origen a ponerse enfermo ¿a quien se le ocurre enfermar en Madrid?
Al menos he aprendido la lección, para la próxima cita médica he pedido la última hora de la tarde, si tengo que esperar, que sea lo menos posible (y no me agobiaré si llego tarde, ¿para qué?), me llevaré un buen libro, mi discman con varios discos en MP3, un bocadillo y una birra, para hacer la espera más llevadera.
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