No fue de las primeras grabaciones que tuve, pero sí de las que más disfruté, el disco Holy Diver de Dio. Compartía la cinta con uno de los primeros discos de Anthrax, y pasaron muchos años antes de que pudiera oír enteras las últimas canciones de Holy Diver, que no entraron en aquella cinta (algo parecido le pasó al disco de Anthrax).
Con el tiempo, por entonces, conseguí una grabación pirata de Dream Evil y me compré el vinilo de Sacred Hearth (que guardo como un tesoro aunque ya no tenga tocadiscos).
La música de Dio me ha acompañado a lo largo de todos estos años (ahora tengo muchos de sus discos en MP3 y unos cuantos en CD original, aparte de aquel vinilo), y cuando me enteré hace unos meses de la muerte de Ronny James Dio, tuve la sensación de haber perdido algo, como si de repente el tiempo hubiera decidido avanzar demasiado deprisa.
Posiblemente pienses que soy demasiado sentimental (y seguro que cuestionas mis gustos musicales), pero desde aquí, aunque ya hace varios meses que la noticia ya no es noticia, un recuerdo a Dio, con cariño, y con nostalgia, su música seguirá acompañándonos.