31 julio 2010

Viaje a Hong Kong (XXI): Playa

Hoy he ido de turismo con un compañero de trabajo (oriundo de Guangzhou), y hemos dedicado el día a pasear, hemos visto el Noonday Gun, que es un cañón ligero (último vestigio de la época colonial inglesa) y que disparan una vez al día, y antes de ir de compras por Mong Kok nos hemos acercado a ver una playa.

En sí, Repulse Bay Bleach es una playa normal, muy popular entre los habitantes de Hong Kong y los turistas, y como todas las playas, llena de gente (aunque aquí se concentraban en las zonas de sombra, cosa lógica por el tremendo calor que hacía), niños jugando en la arena y gente bañándose en el mar.

Lo curioso está en un extremo de la playa, donde se encuentran una serie de figuras de Buda y otras deidades (con dos estatuas enormes de Kwun Yum y Tin Hau), un puente que según me dijo el compañero hay que cruzar para vivir muchos años, una estatua de un dios que hay que tocar varias veces para que de fortuna, etc...

Resulta muy curiosa esta unión entre una atracción turística muy popular (la playa) y la parte religiosa más arraigada de los habitantes de estas islas (se ven ofrendas entre las estatuas y es habitual ver a gente haciendo gestos de devoción ante los dioses)

Viaje a Hong Kong (XX): Mascarillas

Hay dos cosas de los habitantes de Hong Kong que seguro llaman la atención a los viajeros europeos. Una es que vayan a todos lados con paraguas, la otra son las mascarillas que lleva mucha gente.

Lo de los paraguas es fácil de entender, aparte de por las posibles tormentas, cuando el día está despejado, el sol hace hasta daño. Y dan cierta envidia los que van con su paraguas resguardandose del sol, mientras los europeos sudamos y vamos en busca de las pocas sombras en la ciudad.

Lo de las mascarillas tiene una "explicación" más larga.

Hong Kong es una ciudad muy densamente poblada, y las enfermedades infecciosas como la gripe aviar (en 1997) y el SARS (en 2003) se extienden muy rápidamente. Eso hace que entre el miedo a la infección e informes que recomiendan el uso de la mascarilla para evitar contagios (como pasó con la reciente gripe A), se haya extendido mucho su uso, aunque no esté muy claro que este tipo de mascarillas pueda evitar el contagio.

Para mi no deja de ser raro encontrarte a gente con mascarillas hasta en el trabajo (y más raro es cuando tienes que hablar con esa persona que lleva una mascarilla como si fuera un médico a punto de entrar en quirófano), y uno de los compañeros me ha dicho que algunos habitantes de Hong Kong también usan la mascarilla si piensan que tienen alguna enfermedad infecciosa, para evitar contagiar.

La obsesión por el tema de la infección se observa por muchos sitios, los pasamanos de las escaleras de los sitios públicos son lavados "y desinfectados" fecuéntemente (como informan los correspondientes carteles en las propias escaleras), la gente se lava las manos muy a menudo, hay dispensadores de gel de jabón en muchos sitios, y son muy escrupulosos con los palillos y cubiertos (los lavan con un poco de té caliente antes de empezar a comer en los restaurantes).

29 julio 2010

Viaje a Hong Kong (XIX): Echado de la oficina

Hoy, al última hora, como siempre, me ha llegado la remesa grande de problemas, como siempre de máxima urgencia, y como siempre "para ayer".

A eso de las siete de la tarde se han ido todos los del cliente, y nos hemos quedado los responsables del proyecto (que somos de otra empresa). En cuanto los del cliente se han ido, ha venido uno de seguridad para avisarnos de que teníamos 15 minutos para salir de la oficina. Toma ya. Me ha dejado flipado, ni que fueramos a llevarnos las mesas, o los ordenadores de los demás debajo del brazo... Hemos tenido que recoger todo y me he venido al hotel para terminar el trabajo.. (y son las 12:30 de la noche cuando he decidido que por hoy ya vale)...

Mañana más, y esperemos que mejor.

28 julio 2010

Viaje a Hong Kong (XVIII): Cambios de planes

Si es que a veces se demuestra que la sabiduría popular tiene algo de razón. Y si se quiere evitar una situación, lo mejor es no hablar de ella.

Si ayer comentaba que me quedaban pocos días y que a lo mejor me tocaba volver. Hoy me ha comunicado el jefe de aquí que me quede una semana más si es posible. Los jefes suelen hacer esos comunicados como si te estuvieran dando la posibilidad de escoger, cuando no es posible escoger en absoluto....

Así que veo que mi estancia en este rincón del mundo se alargará en una semana más. Así tendré tiempo de practicar el arte de comer con los palillos (cuando vuelva a España voy a ser capaz de comer con los palillos hasta el cocido), para intentar mejorar mi intercambio cultural en ingles (vamos, que necesito hablar más en la lengua del shakespeare ese) y pegarme con las multitudes que abarrotan esta ciudad... Ah!, bueno y para intentar terminar este proyecto en el que estamos metidos, claro...

27 julio 2010

Viaje a Hong Kong (XVII): Impresiones

Hong Kong es algo así como un acerico, hay un montón de rascacielos clavados en muy poco terreno. Es como le gustaría ser a cualquier ciudad capitalista. Los intereses económicos están por encima de todo. Y se pueden derribar edificios históricos para construir torres, o se puede vivir al margen de la opinión mundial para seguir produciendo (y ganando dinero).

Según la wikipedia, en esta región se acumulan siete millones de habitantes. Trabajan mucho. Parece que se muevan siempre en masa. Disfrutan de pocas vacaciones, y viven apiñados en torres monstruosas de edificios.

Supongo que por eso por la calle sólo se ven caras largas y rostros serios. Nadie se habla, no hay saludos, ni siquiera se pide perdón cuando se empuja a alguien al pasar...

El hecho de que esté de lleno en ese movimiento continuo que impone una ciudad grande hace que no pueda pararme a contemplar esos detalles que llenan los momentos del turista. Pero la sensación general se queda, esta es una ciudad para hacer negocios, no para hacer turismo.

Me quedan pocos días, intentaré aprovechar un poco más el poco tiempo libre que tengo. No se si volveré, pero viendo como va el proyecto, es posible que me toque regresar en algún momento...

26 julio 2010

Viaje a Hong Kong (XVI): Y de vuelta al trabajo

Al final lo que intenté adelantar el domingo no me ha valido para mucho, y se me ha acabado acumulando demasiado el trabajo, en fin...

Como curiosidad, he comprobado que aquí triunfan las "gafa-pasta", con monturas de plastico oscuras muy grandes. Incluso he llegado a ver a dos que llevaban las gafas sin cristales, como Berto (el de Buenafuente)...

Ya me quedan pocos dias de estar aqui...

Viaje a Hong Kong (XV): Turismo el fin de semana

Este fin de semana lo he dedicado al turismo. Hay que aprovechar lo poco que me deja libre el trabajo.

El sábado decidí acercarme a Sha Tin (no tengo muy claro si es un barrio residencial muy alejado de Hong Kong, o un pueblo diferente). Buscando un templo llegué a un cementerio chino (que intenté atravesar para llegar al templo, aunque fue un intento en balde). Y descubrí que los cementerios son un conjunto de casitas, dentro de las cuales hay multitud de nichos muy pequeños (para las cenizas) y en medio de cada una de esas casitas, una mesa, para el incienso y las ofrendas a los difuntos. Muchos incensarios por muchas partes, e imágenes de buda. Nadie me dijo nada, aunque me sentía un poco fuera de lugar, por que eso si que era la vida privada de esta gente.

A la entrada de este cementerio es donde me encontré la imagen que está a la derecha. No sé si es un buda, o que otra divinidad, pero es llamativa y a los lados tenía mesas con incienso, telas, figuras y frutas...

Estaba ya a punto de darme por vencido cuando un lugareño, dándose cuenta de mi situación, me indicó por señas como llegar al templo

La entrada al Templo de los 10.000 Budas es un callejón, que desemboca en un camino flanqueado por multitud de estatuas de budas (todas diferentes), al final de la caminata (larga y llena de muchísimas estatuas) se llega a un alto, donde se encuentra el templo (en el interior varios budas grandes y todas las paredes llenas de estanterías con pequeños budas, supongo que los 10.000 del nombre), en el exterior más figuras de buda, incluyendo esta tan curiosa con tantas manos.

A estas alturas yo ya había sufrido bastante el calor del lugar (sus treinta y tantos grados y muchísima humedad) y como era la hora de comer me bajé al centro de la ciudad, para comer en un Tailandes (aquí es bastante barata la comida, la verdad).

Por la tarde decidí acercarme hasta Macao. Es una pequeña isla, que antiguamente fue una colonia portuguesa. Ahora es como una especie de país independiente (como Hong Kong) colonizado por Casinos y atracciones para los turistas (en especial para los chinos).

Hay que llevar el pasaporte, ya que aunque solo esté a una hora en ferry, hay que pasar el control de aduanas, para salir de Hong Kong y para entrar en Macao.

Una vez en la isla se puede coger uno de los muchos autobuses gratuitos de los Casinos, para acercarte hasta el Casino correspondiente, pero en vez de ir a jugar, yo me fui a recorrer la ciudad.

Y vaya pateada que pegué. Más de tres horas andando por esta ciudad. Personalmente el centro me gustó mucho más que Hong Kong, ya que guarda muchos edificios históricos (incluidos algunos restos de sus colonizadores portugueses), hay bonitas zonas para pasear y la gente es más amable (incluso diría que físicamente más atractiva).

La zona de los casinos es donde más luces y movimiento hay, muy moderna, incluso tienen una especie de parque de atracciones con imitaciones de un circo romano, canales venecianos, un volcán, etc...

Macao tiene moneda propia, la Pataca, aunque en todos sitios los precios se encontraban en dolares de Hong Kong.

Cuando ya se empezó a hacer tarde me acerqué a un casino, a ver como se jugaba en las mesas (no llegué a ver las de poker, pero sé que se juega allí también), y cogí un autobús de vuelta al puerto.

Y ahí empezó otra odisea, a las 11 de la noche me vendieron el billete para las 12 y media, pero preguntando a los de seguridad me dijeron que me pusiera ya a la cola, y acabe pasando al barco de las 12, y comprobé que era todo cachondeo, ya que los viajeros entran hasta que se llena el barco, independientemente de la hora de embarque, y vi a gente que daba dinero con los billetes del barco, para que les pusieran en una categoría superior...

Tras aduana de salida de Macao, hora de viaje en barco, aduana de entrada a Hong Kong y taxi para llegar al hotel, llegué muy tarde, y muy machacado...

Al día siguiente me lo planteé con más calma. Por la mañana me acerqué al monasterio de Chi Lin, toda una curiosidad arquitectónica, ya que está construido en madera sin utilizar clavos. Y de ahí me acerqué al mercado del jade para curiosear un poco. Y acabé muy agobiado, ya que se nota demasiado que soy turista y era objetivo (en su táctica de acoso y derribo) de los vendedores de baratijas de jade (según ellos muy buenas y muy de lo mejor).

El resto del día lo dediqué a pasear por Hong Kong, visité el mercadillo de cat street (muy parecido al típico rastro español, lleno de baratijas, relojes de imitación y demás curiosidades) y la zona (incluido el pequeño templo de Man Mo. Acabe la tarde entre el agobio de multitudes en Mong Kok, antes de retirarme al hotel, para intentar avanzar un poco en el trabajo que se me va acumulando.

Nota: si os lo estáis preguntando, la forma de moverse de un sitio a otro es en metro (MTR le llaman aquí), aparte de por que las distancias son largas, por el tremendo calor que hace en esta ciudad...

24 julio 2010

Viaje a Hong Kong (XIV): Vaya horas de llegar al hotel

Estoy reventado, pero como ha sido por estar viendo cosas, se lleva mucho mejor...

Hoy no tengo ganas de escribir, aqui son las dos menos veinte de la mañana, y solo puedo pensar en dormir... Ya os contaré mañana las aventuras del día.

Se me ocurrió ir a pasar la tarde a Macau, una isla que fué colonia portuguesa y ahora es una especie de "las Vegas" en la China...

23 julio 2010

Viaje a Hong Kong (XIII): Por fin es viernes

Por fin es viernes, reconozco que es de mis día favoritos de la semana. No soy el único, ya que hay una desbandada beneral y todo el mundo sale de la oficina mucho antes que los demás días. Incluso vienen vestidos de forma diferente, de casual friday, como en las empresas europeas (sobre todo en las más pijas).

No hay mucho que contar de un día como hoy, aunque al salir del trabajo nos hemos tomado una magnífica cerveza Hoegaarden en un bar al lado del trabajo. Sólo una, que aquí lo de beber más de una por noche no se lleva nada...

Y si alguna vez tenéis que viajar a un país de estos, recordar llevar el nombre del hotel escrito en el idioma nativo (en chino, en mi caso), ya que indicarle a un taxista que sólo habla chino el nombre del hotel, puede llegar a ser un show...

Aunque técnicamente Hong Kong es parte de china, en la realidad es como si fuera un país aparte, tienen moneda propia (el dolar de Hong Kong, que al cambio 1 € = 10 HK$ más o menos),bandera propia (esa especie de flor sobre fondo rojo), gobierno propio (que debe ser un tremendo lío político) y son muy restrictivos a la hora de dar visados para pasar de Hong Kong a China y viceversa... Uno de los chinos que trabaja conmigo solo le dan visado por 7 días y tiene que ir y volver a china los fines de semana para renovar el visado...

Pero al menos ya es viernes, no sé que veré mañana (lo decidiré seguramente a la hora del desayuno), pero sólo la idea de que mañana no hay que trabajar hace que hoy sea un buen día.

22 julio 2010

Viaje a Hong Kong (XII): Demasiado trabajo

En teoría ya he pasado por la mitad de mi estancia en este país. Y salvo el fin de semana que pude hacer turismo, lo único que he visto son las pareces de la oficina (y el laboratorio lleno de cacharros), el metro, la habitación del hotel y muchos restaurantes diferentes.

Aquí trabajan demasiado. Estos días estoy saliendo muy tarde por que se nos acumula el trabajo, y he comprobado que hay gente que se queda aún más tarde, con uno de ellos bromeé preguntándole si se quedaba a dormir entre los ordenadores....

Hoy ha caído una tormenta enorme sobre Hong Kong, incluso han avisado por la megafonía del edificio para que la gente no saliera hasta que terminara. Debe ser bastante habitual, ya que nadie le prestó demasiada atención. Y dentro de las oficinas también ha habido tormenta, aunque focalizada sobre mi mesa, precipitaciones muy marrones...

Bueno, espero que mañana sea mejor, que se acerca el fin de semana y al menos podré hacer algo de turismo (e intentar sobrevivir entre mareas de gente)

21 julio 2010

Viaje a Hong Kong (XI): Sin noticias en el frente

Supongo que en una guerra, cuando todos los días se produce la misma masacre, los soldados dirán lo de "sin novedades en el frente", que es otra forma de decir eso de "más de lo mismo". ¿O a lo mejor no es así?.

Pues aquí va igual. Más de lo mismo.

Lo único que me ha llamado la atención hoy es un cartel en el taxi que me trajo de vuelta al hotel, en el que te avisaban de que si no te ponías el cinturón de seguridad, el conductor podía tomárselo como una falta de respeto (aparte de que podía negarse a llevarte).

20 julio 2010

Viaje a Hong Kong (X): El efecto Calimero

Me he dado cuenta de un curioso fenómeno que me está sucediendo, yo lo denomino el "efecto Calimero".

Como las comunicaciones verbales con los colegas chinos a veces se hacen un poco cuesta arriba, da la sensación de que les cuesta hablar conmigo (a mi también me pasaría, supongo).

De igual manera ya he dado mucha brasa a mis compañeros de trabajo en Madrid y Valladolid, y seguro que están deseando de que no me conecte al Skype para que les abrase a preguntas.

Y claro, como hay ratos en los que no tengo mucho trabajo, acabo por darle vueltas al tema y buscar más pies de los que realmente hay. Acabando como el mítico polluelo negro con lo de "es que nadie me hace caso"...

En fin, buscaré una solución al "efecto Calimero". Pero por hoy, ya es suficiente día, esperemos que mañana sea mejor.

Nos vemos

19 julio 2010

Viaje a Hong Kong (IX): Vuelta a la rutina

Hoy he vuelto a la rutina... y encima me esperaban los marrones que dejé pendientes el viernes, pero aumentados, tanto en tamaño como en número...

No hay nada especial que contar hoy y ando bastante cansado, así que voy a subir dos de las fotos que he hecho con el movil, y mañana más



18 julio 2010

Viaje a Hong Kong (VIII): Haciendo turismo (II)

Hoy ha sido un día muy soleado (y muy caluroso, aunque no tanto como ayer), y como me había aprendido la lección, salí con una camiseta clara a hacer turismo

La primera etapa ha sido el Buda gigante de Tian Tan en la isla de Lantau. Hasta esta isla se puede llegar en el metro (MTR le llaman aquí) y hay que coger un teleférico para poder subir hasta la montaña donde está el Buda. Atravesar el "pueblo" de tiendas y finalmente subir una larga escalera hasta llegar a un Buda de 34 metros de altura realizado en bronce. Está representado sentado sobre una flor de loto y a sus pies hay seis estatuas que le están ofreciendo diferentes objetos.

Después del Buda me acerqué al monasterio de Po Lin, que está muy cerca. Es muy curioso de ver, pero da la sensación de que tanto el monasterio como el Buda gigante son demasiado turísticos, y no sé hasta que punto se ha "pervertido" su origen religioso. Hay una marea humana de turistas, pero también hay gente que se para a rezar, y hay muchas ofrendas y quemadores de incienso.

Después de visitar el Monasterio se puede optar por tomar una comida vegetariana al lado del monasterio, pero yo opté por una tradicional hamburguesa de pollo (para despejarme de tanta comida china) en el pueblo (Tung Chung) donde empieza el teleférico.

Ya por la tarde (y tras comprobar que tenía algunas partes del cuerpo requemadas por el sol) me volví a Hong Kong, a la zona de Kowloon, para ver el templo de Tim Hau (esta es una divinidad del mar, y su culto está muy arraigado en Hong Kong).

Este templo no es turístico. Es muy suyo, pequeño, con enormes espirales de incienso en el techo, y ramas de incienso por todos lados, en la pared principal las divinidades y en las paredes laterales mesas donde hay gente comiendo, hablando, o leyendo el futuro. La diferencia entre este templo y el muy turístico de Po Lin es demasiado grande...

De ahí me pasé por las calles comerciales de Mong Kok, para comparar los precios de la electrónica y la informática, para mi decepción no encontré grandes diferencias de precios con España (y yo que quería buscar una buena ganga...)

Así que decidí acercarme a la avenida de las estrellas, en el paseo del muelle de la bahia de Hong Kong, donde se encuentran placas con el nombre (y algunas con las huellas de las manos) de las estrellas del cine local. Ahí encontre una concurrida estatua de Bruce Lee y la gente haciendo cola por poner las manos donde las puso Jackie Chan en su estrella. Desde ahí se tienen unas magníficas vistas de la isla de Hong Kong y sus rascacielos. por la noche ofrecen un verdadero espectáculo de luz.

Y ahí se acabó el día por hoy, con las fotos a Bruce Lee y los edificios iluminados en el anochecer de Hong Kong.... Y vuelvo al hotel recordando que no estoy de vacaciones y mañana me espera mucho trabajo. Mañana.

17 julio 2010

Viaje a Hong Kong (VII): Haciendo turismo

Hoy ha sido un día para hacer turismo, llene mi bolso con la guia, diccionario de ingles, cámara de fotos, planos, cartera y alguna cosilla más, y salí del hotel decidido a conocer Hong Kong.

No puedo subir las fotos por que no tengo el cable para conectar la cámara (ni un lector de tarjetas) y las que he subido los otros días me las mandaba con el móvil, a mi mismo, desde la red wifi del trabajo (y no he conseguido conectar el móvil al wifi del ordenador), así que pondré unas fotos "prestadas" de internet para ilustrar esto...

Hoy amaneció con una tormenta, y pensé que se estropearía el día de turismo, pero duró poco la tormenta y después hizo un día muy caluroso (y encima a mi se me ocurrió salir de negro, en fin...)

La primera visita ha sido al Peak, que es la pico más alto de la isla de Hong Kong. Para subir hay que coger un tranvía (el Peak Tram) que sube por la ladera, en un ángulo muy elevado (impresiona bastante). Desde la cima de la montaña hay muy buenas vistas de la ciudad, y para conseguir mejores vistas hay que pagar un poco más y subir a la azotea de un moderno (y bien feo) centro comercial. Merece la pena subir, por la vista y contemplar la enorme cantidad de rascacielos que hay en la ciudad.

Suele estar lleno de turistas, pero tampoco es muy agobiante.

Cuando bajé del Peak me acerqué al Hong Kong Park, que es un parque enorme en el centro de la ciudad. Llama mucho la atención por el contraste entre los rascacielos que le rodean y el parque. Está lleno de plazuelas (algunas las usan para practicar Tai Chi) e incluso tiene un enorme aviario, con pájaros exótico (al menos para mí) y que están tan aconstumbrados a la gente que no se asustan mucho y es fácil hacerles alguna foto.

Cuando ya estaba ciertamente asado por el calor, y vi que se acercaba la hora de comer, decidí acercarme a un restaurante recomendado por una guía de viajes. Cuando me senté en la mesa vi que todas las cartas están en chino, conseguí pedir el té y una bebida de zumo de manzana y cuando pensaba como lo haría para pedir la comida, pasó una camarera con un carro lleno de plato y me dejó escoger lo que quise. Eso si que es fácil, se apunta con el dedo "this one, and this another one" y marchando. Comí una bola de arroz con gambas (que sirven envuelta en una hoja que no hay que comerse) y dos platos de dim sum (uno de ellos espectacularmente bueno).

Como en los restaurantes no sirven café (A Inzert le daría un ataque) me fui a buscar un Starbuck y a hacer fotografías de los rascacielos (realmente son impresionantes). Y decidí pasar la tarde en unos centros comerciales.

Hay que aclarar que Hong Kong está lleno de centros comerciales, los hay por todos lados, y como para cruzar las calles normalmente hay que utilizar pasos elevados, estos acaban o empiezan en centros comerciales.

Y los hay muy grandes, he visto uno (Time Square) que tiene 9 plantas, llenas de tiendas (de ropa sobretodo, y ni un supermercado). Y he podido comprobar que a las 7 de la tarde un sábado se llenan de chinos, como el metro en hora punta, pero para ver un centro comercial...

Me agobié bastante, así que decidí volverme al hotel, para leer un rato tranquilo (además estoy algo cansado), me compré un sandwich, un refresco, y a la habitación.

Hoy ya he visto mucho rascacielos, a ver si mañana veo algo más "tradicional chino", si es que hay algo así...

16 julio 2010

Viaje a Hong Kong (VI): Un dia duro

Hoy ha sido un día duro. Supongo que por ser viernes, los chinos hoy me han dado trabajo para aburrir a una legión...

Ha sido mucho agobio y he descubierto que en estado "agobiado" aún hablo peor (si cabe) el ingles. Todo el rato han estado entrando problemas, y ni siquiera daba a basto para tomar nota de ellos (ni hablemos de solucionarlos) y a última hora me han puesto una multiconferencia (en inglés, of course)...

Lo único bueno es que por fin es viernes y la comida y la cena que hemos tenido han estado bastante bien. Me han llevado a comer a un coreano (muy rico, aunque no soy capaz de distinguir los tipos de comidas regionales...) y para cenar nos hemos ido a uno local, donde todas las cartas están en chino (menos mal que los que iban conmigo son autóctonos) y acabamos pidiendo una especie de trucha enorme en una fuente caliente, bien cubierta de verduras y muchísimo chile (picaba cosa mala).

Al volver al hotel me he comprado una cerveza (640 ml. tienen de capacidad) y me voy a ver una peli para dejar la neurona en la mesilla y descansar algo, ni siquiera tengo ganas de ver donde me voy a ir mañana... lo decidiré sobre la marcha.

Nos vemos.

15 julio 2010

Viaje a Hong Kong (V): La comida en Hong Kong

Tras los días que llevo aquí puedo hablar del trabajo (lo de trabajar como chinos es cierto... la de horas que le echan...), el hotel, las comidas y coger el metro (las horas punta son una locura, incluso ponen personas para controlar el trafico que entra y sale de los vagones). Seguro que lo más entretenido es hablar de las comidas. (y hoy como hemos tenido tormenta y además hemos salido algo tarde del curro, no me ha dado tiempo a ver nada nuevo).

Por lo que he visto, y lo que he leído en las guias, en Hong Kong hay muchísima variedad de restaurantes, aunque los que ganan por mayoría son los orientales. Yo sólo he ido a este tipo de restaurantes, y por ahora me están gustando.

De forma similar a muchos países en Europa, la comida fuerte se hace al mediodía, y por la noche se cena bien (como a la hora de comer, pero con menos platos).

Antes de servir la comida ponen una taza de té a cada comensal. Aquí acompañan las comidas con té, o con agua caliente. Según ellos las bebidas calientes son las mejores para la comida. También se pueden pedir otros tipos de bebidas (cervezas, refrescos, etc...) aunque las alternativas más "chinas" son una bebida entre granizado y refresco natural, con "tropezones" de fruta en el fondo que se bebe con una pajita muy ancha (para poder sorber los tropezones). Esta bebida la hay de muchos sabores y está mucho mejor de lo que parece. Aunque si se prefiere se puede escoger un té de una carta de tés que suelen presentar.

La comida la sirven en platos para compartir, en medio de la mesa, con lo que es mejor cuantos más sean en la comida, ya que se pide más variedad de platos. Les gusta muchísimo el arroz (está de acompañamiento con muchas cosas) y los tallarines. También es normal encontrar platos de carne de cerdo, ternera, pollo y pesado, bien fritos, rebozados, con salsas, etc... Mezclan mucho los sabores y es fácil encontrar platos dulces y picantes entre lo que se ha pedido (y si, existen platos con salsa agridulce). También ponen platitos con salsas para "mojar" la comida, aunque con cuidado, hay algunas que pican mucho.

En general resulta más llamativa la comida china que la occidental , y la mezcla de sabores y texturas resulta muy agradable. Bueno, aunque si no te gusta probar cosas nuevas, seguro que opinas algo diferente.

Como ya he comentado, comen con palillos, se pueden pedir cubiertos, pero no suele usarlos nadie (salvo para cortar los filetes o trozos grandes de carne, para los cachos tiernos lo parten con los palillos con una habilidad tremenda). Y requieren bastante practica comer con los palillos, hay que tener cuidado si tienes un plato de sopa delante y estas intentando coger una bolita de carne de otro plato con los palillos, puedes acabar con una "sopa con bolita de carne" y un curioso moteado en la camiseta.

En los restaurantes no se toma el café, cuando quieren café (y suelen ser unos pocos, después de comer sólo) van a cafeterías a por él, y muy a menudo se lo llevan en vasos de plástico al trabajo.

En cuanto a los "modales", lo correcto es dejar que pida un anfitrión la comida (además de por que es difícil escoger, por que queda más educado), y se dan las gracias por todo, cuando te sirven, cuando te preguntan si quieres más, etc.. No es necesario terminarlo todo, y no ven mal que se ensucie un poco la mesa. Y hay que fijarse mucho en como se sirven y comen, ya que hay algunas comidas que si que requieren algo de información (para no comerse una desagradable envoltura de unas bolitas de arroz, por ejemplo).

Otra cosa curiosa, no es que lo hagan a menudo, pero después de comer se les puede escapar un eructo, y no se esconden ni se tapan la boca, estas hablando con un par de chinos, y uno de ellos puede soltar de repente un eructo pequeño, y todos tan tranquilos, es lo más normal...

Mañana más

14 julio 2010

Viaje a Hong Kong (IV): Un horario "casi" normal

Como ayer salimos a la hora que salimos del trabajo, hoy nos hemos dado el "placer" de llegar un poco más tarde. Al menos esta gente es cumplidora, y el jefe chino me ha agradecido unas cuantas veces el esfuerzo y el haber conseguido solucionar el problema.

Y en cierta manera son educados, cuando acompañan a alguien están atentos a lo que come, a lo que le gusta, que pase delante, que esté a gusto, etc... Eso sí, si te encuentras a un hongkones de frente no esperes ni que se aparte ni que te pida perdón por arrollarte como un bulduzer.

Los compañeros de trabajo son bastante agradables, y soportan con mucho estoicismo que les haga repetir tropecientas veces las frases, o que en algunas ocasiones me quede con una cierta cara de pez por que no entiendo nada de lo que dicen.

Se esfuerzan por que conozca cosas nuevas, cada día me llevan a un restaurante de un tipo diferente (hoy toco uno que es "ma thai", según ellos es una mezcla de las comidas de malasia y tailandia).

Al final no se si mejoraré mi ingles, aunque me esfuerzo por hablar, pero seguro que mis compañeros acaban conociendo palabras en español (ya hemos empezado por las palabrotas, claro) alguna china me han contado (aunque no quieren ni escribir los tacos en chino, les da muchísima vergüenza).

Hoy cuando hemos salido del trabajo (a una hora prudencial, sobre las 7:30) hemos ido a cenar (hay que tener en cuenta que se come entre las 12 y la 1 del mediodía, con lo que a las 8 está todo el mundo ya cenado y a las 9 de la noche muchos restaurantes cierran) a un restaurante chino propiamente dicho (no se parece en nada a los restaurantes chinos de España) y luego nos hemos tomado unas cervezas San Miguel (en la foto se ve una peazo litrona, y el del fondo es mi compañero chino de trabajo), que aunque intento explicarles que la marca es originaria de España, ellos se empeñan en decir que es la marca típica de Hong Kong y la pronucian raro, como "San Mae". Como curiosidad, en el bar estaban retrasmitiendo carreras de caballos y había bastante gente siguiéndolas con listas, como de apuestas o clasificaciones.

También aprovechamos para pasear un poco, por unas aceras muy estrechas, llenas de obras, y en las que continuamente caen gotas desde los edificios (cuando una te cae encima rezas para que sea de agua). Hace mucho calor aquí y hay muchísima humedad, por eso supongo que se condensa en los edificios y está continuamente cayendo.

Mañana más

13 julio 2010

Viaje a Hong Kong (III): Trabajando hasta tarde

Hong Kong es una ciudad "extraña" si se mide en términos europeos, ocupa muy poca extensión, pero tiene muchísima población, por que las construcciones se hacen en altura. Por todas partes hay gigantescas torres de viviendas (y por lo que me ha comentado un compañero es bastante caro comprar un piso). Esto hace que sea una ciudad muy "populosa", que a las horas puntas el metro esté literalmente a reventar, lo que hace que sea imprescindible conocerse por donde moverse para no verse arrastrado por una marea humana.

La gente por la calle viste más o menos normal, como cualquier ciudad europea, salvo por que se ve bastante gente con mascarillas tapándoles nariz y boca (como si acabaran de salir de quirófano), algunos incluso con guantes, y además hay ciertas modas que chirrían, como en cualquier otra gran ciudad.

En la calle se puede observar una mezcla curiosa entre tecnología y retro (ya sé de donde sacan la inspiración artistas como Moebius para sus comics). Por ejemplo, los andamios están hechos de bambú atados y es fácil ver torres de 40 pisos o más que tienen andamios de bambú a partir del décimo piso (supongo que hasta que terminen las obras). Algunos edificios residenciales dan la sensación de estar construidos con retales, ya que parece que cada vecino arregla (o no) su trozo de fachada, pasando de todo (y sobre todo pasando de sus vecinos)...

Y aunque parezca un tópico (que no lo es), en los restaurantes no ponen cubiertos, se come con palillos (que hay que practicar mucho para usarlos bien, para que no se te caigan las cosas, o no tardar varias horas en comer.... al menos con esta dieta cogeré buen tipito :)) y hay una variedad muy interesante de tipos de restaurantes diferentes (casi todos asiáticos, claro). Acompañan las comidas con té, pero tienen varios tipos de cerveza (de tipo lager), que siempre son enormes (creo que más de medio litro) .

Aplicando el cambio, la vida aquí es más barata que en España (aunque habría que conocer los salarios para hacerse una idea más clara).

Los chinos (Hongkoneses en este caso) se ganan la fama que tienen de trabajadores, echan muchísimas horas al día en el trabajo, y por lo que tengo entendido apenas tienen vacaciones (dos semanas (al año) cuando llevan ya un tiempo en la empresa)

Lo malo de esto es que cuando hay que venir a una empresa china a trabajar, acabas haciendo el horario del cliente, y trabajando (casi) como un chino más.

Hoy (para ser mi segundo día aquí) he cenado en el puesto de trabajo, y hemos salido de trabajar a las 12 de la noche... Reconozco que me cuesta comunicarme (y entenderles a ellos), pero o yo acabo mejorando el ingles, o les enseño español a todos...

Por eso perdonarme que no suba fotos, pero es que me estoy cayendo de sueño.

Mañana más historias.

12 julio 2010

Viaje a Hong Kong (II): Recién llegado

El viaje ha sido sumamente pesado. Casi tres horas en autobús desde Valladolid hasta el aeropuerto de Madrid (saliendo a las 4:15 de la mañana para que me de tiempo de coger el avión). De ahí a París, para coger otro vuelo que me lleve ya directo a Hong Kong. En total se acumularon más de 14 horas de vuelo (sin contar autobuses, esperas y taxis), para llegar a Hong Kong a las 7:30 hora local.

En el aeropuerto de Madrid una imagen curiosa, dos señoras mayores, una con la camiseta de holanda y la otra con la de España, son el objeto de muchas las bromas al pasar por los controles.

Tras unas cuantas horas en el avión no sabía ni en que postura ponerme. Me dió tiempo a ver varias películas (cometí la osadía de ver el remake de Furia de Titanes, me ahorraré comentarios), saborear cena y dormitar un poco antes del desayuno a bordo. En el avión se consolidó la idea de que Toro Sentado tiene un inglés más fluido y elaborado que yo....

En cuanto llegué a Hong Kong a cambiar monedas para poder pagar a los taxistas (en el aeropuerto se pasan un poco bastante con los cambios). En Hong Kong usan su propia moneda, el HKD o dolar de Hong Kong, que al cambio está más o menos un euro a unos 9 HKD)).

Desde el aeropuerto al Hotel en taxi (uno rojo, que son los que llevan a la ciudad, los taxis verdes son para los llamados "nuevos territorios) y comprobé que puede ser difícil la comunicación en esta ciudad. Que la población se encuentra apiñada en pequeñas zonas, donde los edificios crecen alocadamente, como queriendo tocar el sol. Y queda tienen los mismo problemas de tráfico que cualquier ciudad de tamaño grande.

En el hotel a intentar hacerme comprender por los recepcionistas para conseguir mi habitación (y un botones se hace habilmente con mis maletas, para luego alargar la mano en busca de la propina). Cambiarme de ropa y rápidamente a las oficinas del cliente.

Cuando llegamos era casi la hora de comer, y comprobé que aquí a la hora de comer bajan el tono de la luz, y algunos aprovechan para dar cabezadas encima del teclado, y no se escondían, se ve que es normal aprovechar la hora de la comida para una siestita.

Nosotros fuimos a comer a un coreano (me encanta la comida asiática) y luego aguantar chapa en el trabajo, hasta que se nos hizo demasiado tarde (comprobamos tambien que pese a la fama que tengan, los chinos son muy cabezotas y obstinados) y tuvimos que acabar cenando algo que compramos en una tienda de las abiertas 24 horas.

A mi se me han ido cerrando los ojos toda la noche (y sin que sea la hora de la comida), así que aprovecho para dormir un poco... mañana os cuento más.

10 julio 2010

Viaje a Hong Kong (I): Por sorpresa

Ya sabíamos que a alguien le tocaría viajar a Hong Kong para ir a un cliente y sustituir a un compañero que lleva ya tres semanas allí. También despechábamos que en la rifa del viaje el que más papeletas tenía era yo.

Este martes me lo confirmó el jefe, me toca ir a mi, y me confirmó las dos sorpresas, salgo el domingo y me estoy allí 3 semanas... Un poco más y me dice el viernes algo como "ah. y llevate el ordenador que el domingo te esperan en China".

Sin tiempo para preparar nada salvo lo imprescindible, y temiendo cómo salga todo, teniendo en cuenta que mi nivel de ingles es algo más bajo que el que pudiera tener Toro Sentado...

Está claro que es una oportunidad única, aunque sea un tanto "a traición", e intentaré escribir aquí mis sensaciones sobre el viaje, que seguro que sorpresas va a haber muchas...

Para empezar ya me han comentado que tengo que coger taxis rojos, que son los únicos que pueden ir a Hong Kong, y que algunos no entienden el ingles y con otros es casi imposible comunicarse.... Va a ser divertido...